Los trabajos que se desarrollan en espacios confinados requieren la adopción de medidas preventivas que garanticen la seguridad del trabajador.
Estas medidas deben concretarse tras identificar y evaluar, de forma escrupulosa, todos los riesgos existentes.
Espacios confinados
Los espacios confinados son un tipo de lugar de trabajo considerado una zona de riesgo grave y específico debido a sus características de peligrosidad. Pueden dar lugar a accidentes de gran gravedad y se accede a ellos esporádicamente.
Las operaciones efectuadas en espacios confinados suelen ser de corta duración y no planificadas.
El art. 22 bis del RD 39/97 (Reglamento de los servicios de prevención) define un espacio confinado como “el recinto con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural desfavorable, en el que pueden acumularse contaminantes tóxicos o inflamables o puede haber una atmósfera deficiente en oxígeno, y que no esté concebido para su ocupación continuada por los trabajadores”.
Algunos espacios confinados son, por ejemplo, cisternas, pozos, alcantarillas, sótanos y desvanes, cubas, depósitos, silos, túneles, arquetas, etc. y las labores que suelen desarrollarse en este tipo de lugares son las de construcción, limpieza, mantenimiento, inspección o rescate.
¿Cómo identificamos rápidamente un espacio confinado?
No están creados para ser habitados ni para desarrollar trabajos fijos y/o continuados.
El acceso y/o salida es difícil y no permite una entrada y salida rápida y segura.
El aire suele ser pobre en oxígeno.
Pueden presentar una atmósfera tóxica, inflamable o suboxigenada.
Los riesgos de trabajar en espacios confinados
El trabajador que deba desarrollar su labor profesional en recintos confinados está expuesto a multitud de riesgos y se enfrenta a posibles accidentes.
Por ejemplo, si la atmósfera del lugar no está controlada correctamente será una zona de riesgo grave e inminente.
Los riesgos en este tipo de espacios son diversos: acumulación de sustancias tóxicas o inflamables, escasez de oxígeno, estrechez del lugar, incomodidad para trabajar, escasa iluminación, etc.
El ruido también puede ser dañino, ya que es muy superior al que un mismo equipo genera en un espacio abierto al transmitir las vibraciones.
Otros riesgos específicos son:
Asfixia: consecuencia de la falta de oxígeno.
Incendio y explosión: debido a una atmósfera inflamable derivada de la evaporación de disolventes de pintura, restos de líquidos inflamables, reacciones químicas, movimiento de grano de cereales, piensos, etc., siempre que exista gas, vapor o polvo combustible en el ambiente.
Intoxicación: Las sustancias tóxicas en un recinto confinado pueden ser gases, vapores o polvo fino en suspensión en el aire.
Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo ( INSST) existen otros aspectos que agravan y favorecen accidentes que, por lo general, son mortales y múltiples (más de un trabajador).
Algunos de los aspectos más relevantes son:
Accesos irregulares y no periódicos.
Trabajar en aislamiento.
Alta subcontratación.
Escasa o nula información y formación de las partes implicadas.
Escasa comunicación entre las partes implicadas.
Prevención de accidentes en espacios confinados
Trabajar de forma segura en espacios confinados es posible siempre que, tanto los trabajadores como las empresas, adopten las medidas necesarias para cumplir con la normativa vigente.
Además, los equipos de protección individualy colectiva deben presentar siempre un estado óptimo; los operarios han de conocer su funcionamiento y estar formados para no correr riesgos y prevenir accidentes en el entorno laboral.
Al realizar un trabajo en un espacio confinado debemos tener en cuenta:
Presencia de dos personas (mínimo) durante la ejecución del trabajo..
Designación y presencia de un recurso preventivo.
Autorización por escrito de los trabajadores.
Control de acceso: sólo personal autorizado.
Autorización de trabajo firmada por las partes implicadas.
Medios materiales y humanos para practicar primeros auxilios y rescate de trabajadores ante una emergencia.
Creación de un procedimiento de trabajo que determine las responsabilidades y funciones de cada trabajador.
Elaboración de un procedimiento que recoja los pasos necesarios para ejecutar el trabajo de forma segura.
También es conveniente realizar simulaciones y prácticas de situaciones de emergencia y rescate con carácter periódico, además de revisar los EPIs (equipos de protección individual) para comprobar su estado y el nivel de seguridad que ofrecen a los trabajadores.
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